Bienvenidos

Hola

Espero que el contenido de esta herramienta les sea de utilidad

domingo, 20 de febrero de 2011

Conciencia ética en los ámbitos de participación

El presente trabajo se da como resultado de las lecturas sobre “El plagio en el trabajo científico” del investigador y jurista Raúl Rojas Soriano y “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” de Edgar Morín.
Ambas lecturas son sumamente interesantes y son acertadas para el inicio de un curso sobre investigación, ya que con ellas ponemos las cartas sobre la mesa para que iniciemos de forma correcta nuestro quehacer sobre la investigación.

De acuerdo con la primera lectura y como lo señala el maestro Rojas Soriano el plagio es un acto ilícito que se comete a diario en las aulas de educación básica, pero este ilícito se lleva a cabo sin saber, los culpables somos los profesores, ya que no lo señalamos en su momento y los educandos realizan los trabajos de investigación como Dios les da a entender e incluso solamente cortando y pegando si tienen una computadora o copiando fragmentos de texto de los libros, sin siquiera hacer las referencias de los libros de donde copiaron o extractaron los textos utilizados en el mal llamado trabajo de investigación.

La investigación en el aula de educación básica deber la semilla, donde se les enseñe a los alumnos a iniciar con la honestidad intelectual, señalándoles que cuando utilizamos ideas de otros y elaboramos un trabajo de indagación del conocimiento a pequeña escala debemos citar en nuestro texto de donde obtuvimos las principales ideas sobre el tema y de esa manera empezamos a inculcarles a nuestros alumnos a no cometer un plagio tácito en el trabajo realizado.
Hasta antes de hoy, no lo hecho porque al igual que  muchos compañeros veía  algo normal eso de la copia y pega, pero mediante este documento me comprometo que a partir de hoy, más bien de mañana a que mis alumnos de secundaria inicien a utilizar las referencias en sus pequeños trabajos de investigación que realizan en asignaturas como Historia o Formación Cívica y Ética, en esta última es un valor intrínseco el de la honestidad. Así mismo me comprometo a inculcarle a mi hija, primero la lectura y luego a que en sus trabajos de investigación empiece a hacer las citas o referencias sobre los autores consultados para realizar sus trabajos escolares pedidos por su profesor de la primaria.
En cuanto a mi quehacer investigativo aquí he aprendido aunque con dificultades a realizar las citas en el transcurso del texto, porque yo solo las hacía en la bibliografía, aunque anteriormente ya había leído yo textos en donde aparecían citas en el texto de varios autores sobre educación pero no me había percatado de esa situación, pero ahora ya lo sé y ahora ya lo hago y lo seguiré haciendo en el presente y futuros escritos que realice durante la maestría y hasta que haga mi último trabajo de investigación, espero que este no sea el último.


Enseñar la comprensión es uno de los siete saberes necesarios para la educación del futuro, según Edgar Morín (1999), es la primera parte de este autor para el  trabajo que se nos ha encomendado.
El problema de la comprensión de acuerdo con Morín (1999) se ha vuelto crucial para los humanos, yo diría para nosotros los humanos, por esta razón el establece que en la educación del futuro debe enseñarse como una necesidad prioritaria la comprensión.
Para Morín existen dos tipos de comprensión, la primera es la comprensión intelectual u objetiva, es la que nos lleva a desarrollar la inteligencia mediante la adquisición de información de nuevos saberes; la segunda es la comprensión humana intersubjetiva, que conlleva al conocimiento mutuo de los seres humanos una situación muy difícil, porque este tipo de comprensión es algo que no podremos tener muy rápido o de manera fácil.
El autor nos señala que la comprensión cualquiera que sea de las dos presenta obstáculos o barreras que tendremos que salvar para poder desarrollarla; el primero es el ruido que no deja escuchar bien la información y se crea un malentendido; el segundo es lo que Morín llama polisemia y que se entiende como lo que los hombres y mujeres debemos aprender de acuerdo a la cultura que nos tocó vivir;  el tercero es la ignorancia que podemos tener de los ritos y costumbres de los demás y que podrían ofender o lastimar, cuando decimos o hacemos algo en contra de ello; el cuarto es la incomprensión de valores imperativos de una cultura determinada como el respeto a los ancianos y la obediencia de los niños, valores que hoy en día son muy difíciles de cumplir por las sociedades modernas; el quinto es la incomprensión de los imperativos éticos de una cultura dada como lo es la venganza dice el autor en las sociedades triviales o el Estado de derecho en las sociedades evolucionadas, yo agregaría los valores en general.
Para el autor existen otros impedimentos para que se presenten ambos tipos de comprensión como son el egocentrismo, el etnocentrismo, sociocentrismo y el espíritu reductor; el egocentrismo es un sentimiento que descalifica a los demás al poner el yo ante todas las cosas y por eso impide u obstaculiza a las comprensiones, tanto del conocimiento como, como la que debemos a los demás; el etnocentrismo es un sentimiento todavía más cruel que el egocentrismo, porque este crea una fobia a las demás razas que existen en la tierra y de ahí que no pueda existir la comprensión, mientras exista este sentimiento; el sociocentrismo es otro sentimiento que alude a la personificación de las sociedades como ególatras; y por último el espíritu reductor  es una situación en la que los conocimientos se reducen de lo complejo a lo simple, es este un aliado de los mecanismos de la incomprensión.

La Ética de la comprensión es un arte de vivir, según lo señala Morín y que nos pide algunas situaciones que nos regulen ese comportamiento y deben presentarse de alguna manera espontánea y desinteresadamente como un comportamiento que lleve a los humanos a llevarse mejor, pensando de mejor manera las cosas, por ejemplo pensar positivamente en las relaciones de los individuos en las comunidades,  en las sociedades y en forma general en la humanidad.
La comprensión de los demás requiere, la reconsideración de la conciencia humana, representada por la apertura subjetiva en la que simpatizamos o nos identificamos con aquellos que sufren o sentimos repugnancia por aquellos que nos son antipáticos; así mismo la conciencia humana también se presenta con la interiorización de la tolerancia, que de acuerdo con Morín existen cuatro grados de ella: el primero grado: es dicho por Voltaire citado por Morín “nos obliga a respetar el derecho de proferir un propósito que nos parece innoble”; el segundo grado “es inseparable de la opción democrática: es nutrirse de opiniones diversas y antagónicas”; el tercer grado nos lo señala una idea de Niels Bohr “para quien es el contrario de una idea profunda, es otra idea profunda” y el cuarto grado “proviene de las conciencias de las enajenaciones humanas: mitos, ideologías, así como de las conciencias de los desvíos que llevan a los individuos más lejos”. Con esto creo que la tolerancia es un valor considerado universalmente por la mayoría de las culturas y que su entendimiento por todos los seres humanos o por la mayoría de ellos traerá una mejor humanidad en la que podamos identificarnos como humanos y que seamos únicos y verdaderos como una sola civilización humana o como lo dice el autor una cultura planetaria, en donde todos conozcamos los saberes de todos los rincones del planeta, la cultura occidental aprenda de oriente, donde los de oriente aprendan de los Africanos y estos de las culturas indígenas americanas, cerrando un circulo de la cultura planetaria y queden atrás el egoísmo, la incomprensión, las guerras, los desencuentros y podremos ser la raza humana.   

El segundo saber que se nos ha encomendado del autor Edgar Morín es “La Ética del género humano” nos señala este autor que las concepciones de individuo-sociedad-especie son indisolubles, ya que son complementarios un individuo produce y esa producción conjunta con los demás hace que haya para todos y al haber para todos podremos decir, que es para la especie humana.
El autor nos señala la existencia de lo que él llama antropoética que es el comportamiento que debemos tener todos los seres humanos a favor de la propia humanidad, para desarrollar una conciencia a favor del planeta con el los seres humanos y los demás seres vivos donde haya una unidad de razas, pueblos y culturas a favor de lo mismo.
Para desarrollar la Ética del género humano es necesario enseñar la democracia, pero no aquella democracia como la en tendieron las civilizaciones clásicas los griegos y los romanos;  si no una democracia donde se dé cabida a todos los pensamientos sin menoscabo del pensamiento de las minorías, donde estas estén representadas en el aparato del poder.

La democracia es una concepción compleja, donde esta necesita el consenso de las mayorías y del respeto de las reglas que esta establece y que además se cumplan, para que exista una sociedad democrática deben asistir y coexistir diferentes pensamientos y estos sean tolerantes entre sí, presentándose conflictos y diálogos, consensos y disensos, libertades y derechos ejercidos por todos los ciudadanos.

Las democracias existentes en el mundo no se han desarrollado de la noche a la mañana existen conflictos y los resuelven, se presentan desacuerdos y luchan con sus ideas y llegan a los acuerdos, hoy en día hay retrocesos democráticos que tienden a marginar a los ciudadanos, esto es un problema para el mundo del siglo XXI.
El futuro de la democracia para este nuevo siglo es incierto porque cada vez más los ciudadanos son rechazados para participar en las decisiones políticas de sus países o en las decisiones importantes para dirigir a las sociedades del planeta en todos los órdenes: económico, político, cultural, militar o social.

En conclusión la ética debe regir nuestras actividades familiares, es decir debemos comportarnos como se considera que debemos hacerlo y enseñar a nuestros hijos con el ejemplo, en actividades laborales y como profesores-investigadores cumpliendo con nuestro código de ética establecido por nosotros y tratar de desarrollar en lo que nosotros pudiéramos hacer en relación a las dos comprensiones, la del conocimiento y la de los otros seres humanos para que de esa manera formemos en un futuro una humanidad comprensiva y unidad para formar lo que el autor señala como una cultura planetaria. (Morín, 2008)

Bibliografía

Morín, E. (2008). "Los siete saberes necesarios para la educación del futuro". México: siglo veintiuno editores.
Rojas Soriano, R. (1992). "Formación de investigadores educaztivos". México: Plaza y Valdés .

No hay comentarios:

Publicar un comentario